Introducción
Imagine por un minuto una dinastía deportiva, (un equipo que gana año tras año) escoja su favorito. Este éxito no se puede atribuir a un componente; varios factores combinados dan por resultado el éxito. Una verdadera dinastía es más fuerte que su mejor jugador. También debe tener jugadores clave que lo apoyen, un jefe entrenador motivador, entrenadores ayudantes experimentados, interés en adquirir talento libre, un dueño del equipo dispuesto a arriesgarse, una oficina productiva y un fuerte sistema para desarrollar el talento en formación (o mucha suerte al elegir el talento recién graduado). Los fanáticos deportistas promedio no toman todos estos factores en consideración cuando miran un juego de su equipo favorito. Por el contrario, se concentran en el mejor jugador del equipo y asumen falsamente que el éxito del equipo se debe a ese gran jugador.
Por desgracia, muchas de las iglesias visualizan al ministro de los jóvenes con esa misma mentalidad. Buscan el gran jugador (el obrero de los jóvenes) que puede salvar la franquicia (el ministerio de los jóvenes) y desarrollan un equipo ganador (voluntarios) que atraerá a los fanáticos (jóvenes). Una vez que el mejor jugador se identifica (ya sea un ministro nombrado o un laico voluntario), los dueños (la directiva de la iglesia, el comité seleccionado, el pastor principal) se concentran en otras actividades apremiantes de la organización (iglesia). Este tipo de escenario por lo general da por resultado una misión suicida para el jugador «estrella»
Este avanza con entusiasmo y practica (trabaja) incontables horas procurando alcanzar el éxito (muchos jóvenes y programas) para complacer a los dueños. Pero para complacerlos a todos, el jugador tiene que correr (a menudo sin saber a dónde) tanto y tan rápido durante tanto tiempo que eventualmente se cansa y sufre un daño (se quema) y tiene que ser reemplazado (renuncia o lo echan). A estas alturas, los dueños se involucran y buscan otro gran jugador que rescate el equipo del desánimo. El ciclo comienza de nuevo para edificar sin fundamento porque el último gran jugador estrella sintió el deber de ganar por su cuenta.
Mi meta para este libro es dirigirlo a través de un plan para edificar un ministerio saludable de jóvenes que no dependa de un gran obrero de jóvenes y que no se destruya cuando esa persona se va de la iglesia. Espero que use mis experiencias, observaciones y conversaciones con cientos de obreros para infundir conocimientos a su ministerio para jóvenes que les ayude a ser saludables. Donde hay salud, hay un crecimiento eventual.
Un ministerio saludable de jóvenes es un ministerio de jóvenes con propósito (MJP). Sin embargo, tener un ministerio de jóvenes con propósito no significa sencillamente que tenga un propósito detrás de todo lo que hace. Quiere decir que persigue y refleja los propósitos que Jesús mandó y manifestó en la iglesia primitiva: el Gran Mandamiento y la Gran Comisión. Reconocerá los cinco propósitos como:
l. evangelización
2. adoración
3. compañerismo
4. discipulado
5. ministerio
Un ministro con propósitos tendrá programas y estructuras que reflejen estos propósitos. En los capítulos siguientes se usan nueve componentes esenciales para desarrollar un plano para edificar un ministerio saludable de jóvenes. Los cinco propósitos eternos forman el componente principal alrededor del que se construyen los otros. Estos nueve componentes son:
1. poder de Díos
2. propósito
3. potencial de la audiencia
4. programas
5. proceso
6. expresión de valores
7. padres
8. participación de lideres
9. perseverancia
Si sigue el plano, descubrirá una estrategia completa que funciona. MJP no es un molde que promueve «hazlo a mi manera porque es la única». El modelo MJP es un modelo, no es el modelo. Hay muchas maneras para desarrollar el ministerio de jóvenes, y Los buenos obreros estudian otros modelos eficaces que estimulan su pensamiento y aprenden a ser un ministro más competente. Si le avergüenza aprender de otra persona o ministerio, tiene un problema de orgullo (Proverbios 13:10). Díos honra los motivos de los humildes y de los que desean aprender, pero le duele el corazón de los orgullosos.
El ministerio de jóvenes con propósito no se deriva de la forma que el ministerio para jóvenes se hacía o se debe hacer, sino de cómo se está haciendo. Como obrero de jóvenes, estoy en la trinchera todos los días tratando de fortalecer estos nueve componentes en mi iglesia. Durante casi veinte años he vivido con la carga de la responsabilidad de desarrollar un ministerio para jóvenes que los prepare en lugar de ser un ministro de jóvenes que coordina actividades. No quiero dirigir programas, quiero discipular jóvenes. A través de estos años, he experimentado una amplia gama de éxitos y derrotas en mi empeño de edificar un ministerio saludable para jóvenes. Este libro es parte de una jornada continua para honrar a Dios mediante mi compromiso con la iglesia y Los estudiantes.
Es tanto para líderes del ministerio de jóvenes con solo unos cuantos jóvenes como también para aquellos que tienen cientos de ellos. Y está dirigido para voluntarios que recién comienzan tanto como para veteranos graduados de seminarios con veinte años de experiencia de en el ministerio para jóvenes. ¿Cómo puede ser posible? Es posible porque los nueve componentes se basan en su habilidad de tomar estos principios transferibles y aplicarlos al contexto de su ministerio para jóvenes. Su estilo de liderazgo, educación y experiencia práctica será importante a medida que interprete los principios y determine cómo usarlos para fortalecer su ministerio. ¡No trate de hacerlo solo! Lea el libro con un equipo que se comprometa a lograr un ministerio espiritualmente saludable. Entonces use las preguntas: «Hágalo personal», al final de cada capítulo, para motivarse mutuamente a alcanzar nuevos niveles de crecimiento personal y en Forma personal y grupal.
A continuación encontrará un repaso de los nueve componentes.
|
El ministerio saludable de jóvenes comienza cuando tomamos en serio el poder de Dios para nuestras vidas espirituales. Una conexión directa existe entre la vitalidad espiritual de un líder y un ministerio saludable de jóvenes. La preparación actual para el ministerio de jóvenes a menudo destaca mucho cómo hacer la obra de Dios y descuida cómo ser una persona de Dios.
|
Muy a menudo la mentalidad del ministerio para jóvenes consiste en «entra allí y comienza con algunos programas». Esta sección establece la importancia de crear un plano para su ministerio de jóvenes basándose en los cinco propósitos del Nuevo Testamento que mantiene una iglesia saludable.
Descubrir los propósitos es solo el comienzo. La verdadera salud comienza con su habilidad para comunicar los propósitos, y continúa a medida que aprende cómo poner liderazgo detrás de ellos de manera que la gente tenga un dirección interesante y una imagen de crecimiento.
|
Es común que un ministro de jóvenes establezca programas para jóvenes que no existen o que no consideran a los jóvenes que tienen diferentes niveles de consagración. Esta sección explicará cómo catalogar los diferentes niveles de consagración espiritual de los jóvenes de manera que sus programas sean más eficaces en el cumplimiento de los cinco propósitos del Nuevo Testamento.
|
Los programas son el medio para alcanzar jóvenes de diferentes niveles y cumplir los cinco propósitos de la iglesia. La fórmula para crear un programa debe ser así:
Propósito + audiencia en potencia = Programa
Ésta sección detallada lo ayudará a enfocar la edificación saludable del orden de los propósitos, evangelización, compañerismo, discipulado, ministerio y adoración en su ministerio de jóvenes y en la vida de los estudiantes.
|
Los procesos permiten que los jóvenes vean dónde están situados en el plan del ministerio dc crecimiento espiritual. Debe diagramar un proceso como un embudo, un diamante de juego de pelota, una pirámide, o cualquier otra cosa que sirva como una marco para los propósitos y programas.
|
Todas las personas tienen valores, aptitudes, estilos y creencias que influyen en sus vidas. Un ministerio saludable de jóvenes identifica su valor clave y lo usa para fortalecer su ministerio. Cuando termine de leer estos componentes, sabrá que
· los propósitos revelan por qué existe su ministerio;
· la audiencia en potencia define a quién planea alcanzar ; · los programas destacan cómo intenta alcanzar su meta y cumplir su propósito;
· los procesos comunican hacia dónde quiere que los jóvenes vayan para lograr un crecimiento espiritual;
· la comunicación de valores muestra qué es importante para su ministerio; y,
· el poder de Dios determina cuándo va a suceder el crecimiento.
En este punto el libro cambia el énfasis de programación a personas. Los próximos tres componentes se concentran en los padres, los voluntarios y usted.
|
Los ministerios para jóvenes no pueden ser saludables si están aislados de la familia. La estrategia necesita una atención cuidadosa para llevar al máximo el papel valioso que juegan los padres como socios para ayudar a los hijos a alcanzar su potencial espiritual. Aunque ni los jóvenes ni los padres quieren una integración total., hay algunas formas deliberadas para formar un ministerio de jóvenes que toma en cuenta a la familia.
|
Un ministerio saludable de jóvenes se basa en un fuerte liderazgo de voluntarios adultos que expresan su pasión por cuidar y dedicar tiempo de sus vidas ocupadas para edificar relaciones con jóvenes y ayudarlos a crecer en su fe. La salud comienza a emerger cuando los líderes adultos dejen de ser supervisores de actividades para convertirse en líderes.
|
El ministerio de jóvenes es difícil. Como evidencia hay un alto grado de entrada y salida de los obreros de jóvenes. Esta sección se concentra en: administrar el tiempo, tratar con jóvenes problemáticos, contender con los problemas de la política en la iglesia y hacer cambios con sabiduría antes de que estos asuntos Lleven a la derrota. Estos capítulos de supervivencia se desarrollaron mediante años de experiencia y son ricos en pasión para ayudarle a correr y ganar en el ministerio de los jóvenes.
Aviso: A veces, mientras lea este libro, tal vez se sienta abrumado por la extensa cantidad de material que debe aprender y aplicar. Seguir las sugerencias enumeradas aquí le aliviará su ansiedad:
1. Busque el principio transferible detrás de cada idea. Usted puede leer una idea específica y decir: «¡No puedo hacer esto!» Sin embargo, usted puede transferir el principio general a la condición de su ministerio de jóvenes.
2. Reconozca que su horario, ayuda y recursos serán diferentes a los míos. Su habilidad para transferir principios variará de acuerdo a la disposición de tiempo, su habilidad para conseguir ayuda y la fortaleza de sus recursos.
3. MJP es un método de equipo. Ministro con un equipo de personas, y compartimos nuestros gozos y frustraciones. Puedo originar los principios y el liderazgo por ser la persona al frente, pero la aplicación es un proceso de equipo.
4. No compare su ministerio de jóvenes con los nuestros ni con cualquier otro. La comparación no es productiva, o se sentirá mal («Somos peores») o arrogante («Somos mejores»). Siempre perderá cuando compare lo que sabe acerca de sí mismo con lo que no sabe acerca de mio. Usted no puede ver todos los errores que he cometido y que me han ayudado a descubrir lo que sé hoy. Tome nota: A distancia, los demás ministerios siempre se ven mejor.
5. No se sienta culpable por las cosas que no está haciendo. En este libro verá muchas ideas y principios que hace veinte años, ni siquiera cinco, yo no estaba haciendo. A medida que procesa este material, tome !o que funcione y adáptelo a su ambiente.
6. Formar un ministerio de jóvenes saludable requiere tiempo. Roma no se fabricó en un día como tampoco se formará su ministerio para jóvenes. Sea paciente, realista y estratégico acerca de que principios asignar como prioridades. Tal vez le lleve dos años comenzar a ver la salud que desea ver Tómese su tiempo, construya con sabiduría, confíe en la sabiduría de Dios y no tenga miedo de obtener ayuda de otros.
7. Desarrollar un ministerio de jóvenes con propósito !o motivará. Tal vez no le sea fácil comprender e implementar de inmediato los principios de este libro. Quizá necesite marcar ciertas secciones y comentarlas con otros líderes de jóvenes. Mientras más revise un capitulo y piense en los principios, mejor los entenderá y aplicará.
Aunque existen varios libros para los ministerios con los jóvenes, no sé de ninguno que sea tan comprensivo y práctico como este. Muchos de los libros para estos ministerios que he leído son ricos en teoría, pero están escasos de práctica; rnuchos ofrecen una cuantas piezas del rompecabezas, pero dejan el resto para que los l~ctores lo descubrar~ por su cuenta. Usted encontrará que este libro es tan filosófico como práctico. Intenta dejarle algunos principios transferibles que se pueden aplicar a cualquier grupo de jóvenes sin considerar el tamaño, denominación, facilidades, recursos o liderazgo existente.
Bendiciones, Doug Fields
Del Libro: Ministerio de jóvenes con propósito
Autor: Doug Fields, Editorial Vida